Los jugadores dan la vuelta a sus cartas sin enseñárselas a los demás en ningún momento. Si tenemos Tarjetas de Bebé, las colocamos boca abajo en el tapete de juego del color correspondiente y cogemos una nueva tarjeta para reemplazarla. Separamos el restante del mazo de cartas en 3 montones (lo hacemos a ojo) que colocamos boca abajo en el tapete de juego.
Se elige un jugador para ir primero. Cada participante puede jugar hasta dos cartas en su turno para construir Monstruos. Estos se empiezan a construir con una carta de cabeza. Después iremos agregando partes adicionales del cuerpo. Mientras construimos, demos asegurarnos de que los puntos de sutura están alineados (no todas las partes del cuerpo casan entre sí ni todos los monstruos pueden tener el mismo número de ellas).
Así vamos formando nuestro Ejército de Monstruos. Hay 3 tipos de Monstruos, determinados por el ícono ovalado en cada cabeza de Monstruo: verdes (Tierra), azules (Agua) y rojos (Aire). Todos nuestros monstruos del mismo tipo luchan juntos, así que podemos construir 3 Ejércitos de Monstruos diferentes. También hay 3 tipos de Ejército de Bebés que coinciden con los 3 tipos de Ejército de Monstruos. Cada ejército se enfrenta a su grupo rival correspondiente.
El objetivo de construir Monstruos es hacer que sean lo suficientemente fuertes para comerse a los Bebés cuando estos atacan. Cuántas más partes del cuerpo les agreguemos, más aumentaremos su fuerza. No es necesario completar un Monstruo para comenzar a construir otro. Si no podemos jugar dos cartas, podemos robar una. No hay un número máximo o mínimo de cartas que debamos tener en nuestra mano.
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